No hay dudas de que uno de los más destacados poderes de los vampiros legendarios es la capacidad de causar miedo en los corazones de los mortales. Nacidos también de mortales, otros seres sobrenaturales son susceptibles del mismo modo. El miedo es un hecho de la existencia que trasciende cualquier origen.
Los vampiros que hurgan en el lado oscuro de su ser emplean la Disciplina de Pesadilla. Aprenden a soportar lo terrorífico o impío de sus espíritus, manifestando su inhumanidad en su apariencia o permitiendo que desafortunados observadores echen una mirada a las depravadas almas de estas criaturas.
Gesto: Levantar los brazos flexionados con las palmas hacia abajo.
Temor: Aunque una abierta manifestación física puede infundir terror en los observadores, no es más que un burdo y rudo medio para cazar a los débiles. Más insidioso y sutil es el sentimiento general de malestar, el pánico creciente y la paranoia que el vampiro puede engendrar con este poder.
El pesimismo, la inquietud y la incertidumbre se deslizan dentro de los corazones de las personas que rodean al vampiro. Todos aquellos que se encuentren a menos de 5 metros pueden ser afectados.
Esta disciplina NO se percibe por los demás vástagos.
El coste de Temor es de 1 punto de sangre.
Romper la Mente: No puede darse otra descripción para este nivel de dominio de Pesadilla que brutalidad inhumana. Y aún así, el poder es horriblemente insidioso, ya que afecta sólo a la mente de la víctima, dejando su cuerpo intacto. El vampiro hace que el objetivo afronte su mayor miedo, volviéndole loco.
Con el uso de este poder, un vampiro realmente no inflige ningún daño físico al objetivo. Simplemente despierta sus pensamientos sobre la cosa más terrorífica que pueda imaginarse que le suceda, y deja que su mente subconsciente continúe desde ahí. La víctima imagina que un destino fatal ha caído sobre ella y que le incapacita durante toda la escena.
Esta disciplina se percibe por los demás vástagos.
El coste de Romper la Mente es de tantos puntos de sangre como la potencia de Sangre del vástago afectado.