Una de las “alianzas” del mundo de los no-muertos no tiene nombre. Aunque esta facción incluye vampiros, estos seres parecen odiar a todos los Vástagos que no forman parte de su misteriosa orden, y literalmente intentan destruirlos en cuanto los ven. La noción de este grupo como alianza podría incluso ser equivocada, ya que no se sabe si se trata de una verdadera alianza, un clan en sí mismo o tan solo una secta fanática. “Siete”, el nombre por el que los demás Vástagos conocen a la secta, procede de la iconografía ocasional que sus vampiros dejan tras de sí después de ataques especialmente viles o dignos de mención: un siete en números romanos.
Se supone que los miembros de Siete son pocos, y no todas las ciudades albergan alguno de estos genocidas. Sin embargo, lo que les falta en cantidad lo compensan con fervor y ardiente odio hacia los Vástagos. Unos pocos de sus miembros han sido capturados por otros vampiros, y de sus testimonios (la mayoría de ellos conseguidos bajo tortura o a través de medios sobrenaturales) se desprenden más que algunos espeluznantes detalles.
A pesar del misterio del su origen y sus propósitos, una cosa es segura: los miembros de Siete son fanáticos en un intento de destruir a otros vampiros. Siete cree que es el legado perdido de un rey ofendido hace siglos o incluso milenios, y que su propósito es destruir a los Condenados. Solo eliminando la mancha de los vástagos del mundo podrán alcanzar su Sabbath, que entienden como la capacidad de reclamar ese reino perdido. Los detalles varían: algunos miembros creen que el reino es metafórico, y que son los trabajadores escogidos por la voluntad de Dios para eliminar el azote de los vástagos del mundo. Sin duda, Siete está formado por vampiros. Sus miembros consumen sangre al igual que otro no-muerto, y la verdadera naturaleza de su fanática misión sigue siendo desconocida.
Cualquiera que sea la razón de su odio cáustico hacia los Vástagos, Siete no es estúpido. Sabe que el mundo en general no ven diferencia entre él y sus odiados enemigos, así que también practica un equivalente de la Mascarada. No se lanza al conflicto ciegamente si cree que eso lo perdería; escoge sus batallas con cuidado para poder obtener tanta ventaja como le sea posible. Dado su relativamente pequeño número de miembros, el conflicto abierto con grupos de vástagos es raro, aunque no desconocido. Los asesinatos, homicidios y tácticas de sigilo se adecuan más a las capacidades de la alianza, pero considerar que Siete no alberga nada más que merodeadores infernales subestima mucho sus aptitudes. Demasiados vástagos han encontrado su fin a manos de una cuadrilla de Siete después de creerlos destruidos.