El Invictus es la autoproclamada aristocracia de los Condenados. Aunque no tienen más poder que
otras Alianzas, lo exageran tanto que muchos vástagos realmente creen que es así. Afirma ser una de las alianzas mas antiguas, remontándose a los tiempos inmediatamente posteriores a la caída del Imperio Romano. También conocidos como Primer Estamento, es una firme defensora de las Tradiciones, especialmente de la Mascarada.
Conocidos como Primer Estamento, para ellos todo gira en torno al poder, pues quienes no lo poseen buscan lograrlo, y quienes lo poseen tratan de mantenerlo. Afirman defender una meritocracia, en que los vástagos más brillantes, más ambiciosos, y mejor preparados gobiernen. Sin embargo, se trata de una estructura de inspiración feudal, pues son los antiguos quienes ocupan prácticamente todo el poder, dejando al margen a los jóvenes. Ellos lo justifican afirmando que los Antiguos tienen siglos de experiencia a sus espaldas compitiendo por el poder, por lo que están mejor preparados para ejercerlo. En el fondo, el Invictus ofrece la ilusión de la igualdad de oportunidades, pero sin su realidad.
El Primer Estamento afirma haber creado muchos de los títulos y rangos habituales de la sociedad vampírica. Como defensores del orden y del poder, nada les aterra más que la alteración de ese orden, y por ello, luchan para mantener el orden entre los Condenados aplicando al extremo las Tradiciones y la leyes ancestrales de los vástagos. Tan sólo el Lancea Sanctum busca una aplicación tan rígida de las Tradiciones, aunque por razones religiosas. Pero sus nobles ideales del orden y el respeto de las Tradiciones en realidad son un pretexto para su verdadero objetivo: que los antiguos en el poder sigan estándolo. Lo más preocupante es que quizás tengan razón: si los Antiguos no mantienen el orden y permanecen en el poder, ¿quien lo hará? Después de todo, si el sistema defendido por el Invictus ha sobrevivido todos estos siglos, tal vez sea el único sistema adecuado para gobernar a los Vástagos...
Miembros
El Invictus atrae a muchos más antiguos que neonatos. Muchos antiguos se ven incapaces de afrontar el mundo moderno, y les aterroriza el hecho que muchos neonatos estén mucho mejor adaptados para sobrevivir a éste que ellos, por lo que la idea de un gobierno diseñado para mantener el poder de los gobernantes y debilitar el de los pretendientes les atrae. Aún así, muchos ancillae y neonatos también forman parte del Invictus, aunque en muchas ocasiones es simplemente porqué sus sire o son, y los han introducido en el Primer Estamento (en este sentido, los Invictus imponen un servilismo mucho mayor a sus chiquillos que cualquier otra alianza). Otros neonatos se unen por ambición o arrogancia, tratando de lograr poder mediante el Primer Estamento (tan solo unos pocos afortunados lo logran). Lo que todos ellos tienen en común, antiguos y neonatos, es una ambición desmesurada, y la creencia en el gobierno de los fuertes mediante la ley y el orden. Quienes no estén dispuestos a pelear por cada migaja de poder y a estar atentos frente a sus rivales, no son dignos de formar parte del Primer Estamento.
Los miembros a prueba del Invictus se someten a un juramento de lealtad ante un oficial de la alianza. Pueden pasar años o décadas como miembros a prueba, estando vigilados constantemente, y siendo ignorados por el resto de Invictus hasta ser reconocidos como miembros de pleno derecho.
Filosofía
Los Invictus sostienen que el poder debe permanecer en manos de los dignos. Esta filosofía sería aceptada por muchas otras alianzas, pero el Invictus tiene sus propias ideas de que significa ser “digno”. Para ellos, los merecedores del poder son aquellos que avanzan constantemente en la escala social o que ayudan a otros a avanzar. Aquellos apáticos o incapaces de avanzar tan solo pueden ser peones o lacayos.
No hay leyes escritas por los Invictus; aún así hay ciertos principios que estos no pueden ignorar:
- Los Invictus han de ser respetados: A los Invictus les encanta destacar. Si tienen el poder en un territorio, dejan claro que son ellos quien lo tienen. Como organización jerárquica y tradicionalista, sus miembros exigen el respeto que creen merecer. Ello no implica que no conspiren en secreto desde la sombra, pero cuando es el momento se hacen ver. Ello inspira que muchos vástagos se agrupen a su alrededor, lo que a la vez es desalentador para sus opositores. Ello provoca la ilusión que muchos crean que la mayoría de Príncipes sean Invictus, aunque la realidad sea distinta.
- Los mortales son poder: Todas las alianzas son defensoras de la Mascarada, pero los Invictus son expertos en infiltrarse y manipular las instituciones mortales, pues consideran al ganado un bien y un recurso inestimable. Aunque todos los antiguos de cualquier alianza suelen tener cierta influencia sobre las instituciones políticas o económicas locales, son los Invictus quienes destacan en este campo.
Rituales y Costumbres
Los Invictus se preocupan más de mantener un comportamiento tradicional que de rituales concretos y específicos. Aún así, aún mantienen algunas convenciones sociales y costumbres:
- Juramentos de Fidelidad: Impregna toda la estructura social del Invictus, de los niveles más bajos a los más altos. Incluso los líderes de la facción en las ciudades deben jurar lealtad ante alguien.
- Recitación del Linaje: Para los Invictus pertenecer a un linaje o línea de sangre respetada suele ser signo de orgullo, y no es raro escuchar recitaciones del propio linaje en las presentaciones entre ellos.
- La Formalidad de la Presentación: La mayoría de príncipes Invictus tienen cortes muy formales y estructuradas, empleando muchos títulos tradicionales en ella. El nombre y linaje de los invitados es anunciado por un senescal, y se insiste en el refinamiento tanto en la vestimenta como en el lenguaje. Quienes falten al respeto al Príncipe u otros antiguos pueden sufrir graves consecuencias. En las ciudades controladas por el Invictus, esto puede llegar más lejos, y pueden imponer estas costumbres a todos los vástagos locales, que deberán tener en cuenta el estatus social de aquellos con quienes se relacionan.
- Comunicación a la antigua: Muchos antiguos Invictus insisten en emplear mensajeros o misivas, rechazando el teléfono e Internet, considerados propios de la juventud iletrada (los jóvenes sospechan que la verdadera razón es su desconocimiento de estos aparatos). Aún así, no son estúpidos, y si es realmente necesario, emplean estos medios modernos (aunque mediante intermediarios).
- Monomacia: Tradición de origen medieval, que enfrenta a dos Invictus en caso ser incapaces de zanjar sus diferencias, para evitar así que sus dominios queden arrasados en el conflicto. Originalmente estaba basado en el derecho divino, pero esta proclama se ha abandonado.
Títulos y Deberes
Los Invictus tienen pocos títulos propios. Ello se debe a que asimilan los títulos formales entre vástagos (que consideran creación suya) a los propios títulos dentro de la secta. Tan solo hay dos títulos exclusivos de los Invictus:
- Círculo Interior: Consejo de los Invictus más importantes de las ciudades no gobernadas por ellos, o en las que no tienen el poder absoluto (en las que lo tienen no es necesario). Fijan la política del Primer Estamento, a la vez que tratan de mejorar su propia posición.
- Judex: Vástago encargado de resolver las disputas internas entre los Invictus, especialmente aquellas no lo suficientemente graves como para llegar a la Monomacia. Una vez aceptada su intermediación, su veredicto es vinculante, incluyendo para el Príncipe (si es Invictus). Suele ser elegido por el Círculo Interno, aunque si no lo hay, el Invictus de más prestigio es quien ocupa el cargo. Algunas ciudades eligen Judexs permanentes, mientras que otras los eligen tan solo par conflictos concretos.
Beneficio
Los Invictus se benefician de la liga de amigos y de los medios de la alianza como un todo. Esto permite a los jugadores del Invictus adquirir "Rebaño", "Mentor" y "Recursos" por la mitad de puntos de experiencia que el resto de Vástagos.
Estereotipos
- Lancea Sanctum: Dignos de confianza, pero santurrones.
- Círculo de la Bruja: Se niegan a aceptar su lugar.
- Cartianos: No sienten respeto por la tradición.
- Ordo Dracul: Disciplinados pero equivocados.
- No Alineados: Se rinden culto a sí mismos.